Sociedad  La Semana que vivimos - Del 26 de marzo al 1 de abril de 2001 - Número 201  

El origen de la fiebre aftosa pudo estar
en la carne de un restaurante chino

Aarón Abad Esteban.- El gobierno británico cree que el origen de la fiebre aftosa puede tener conexión con la importación de carne en mal estado. Un restaurante chino cercano a Northumberland -donde se encontró el primer brote de la enfermedad- vendía alimentos en malas condiciones, y las sobras de los platos eran vendidas a un comerciante. Esos restos servían para alimentar a los cerdos de la granja donde se desarrolló la enfermedad.

El ministro de agricultura británico no lo ha negado pero se ha esforzado en no nombrar responsables. El Gobierno chino no ha tardado en dar su respuesta, y ha negado cualquier implicación con la enfermedad que merma el ganado inglés, aunque reconoce que se han dado brotes de la epidemia en Mongolia.
El miedo generalizado a que se reproduzca el desastre en otros países ha desembocado en un bloqueo casi total del comercio de carne entre Europa y terceros países. El Comité Veterinario de la Unión Europea estudia ahora la posibilidad de vacunar a los animales contra la fiebre aftosa, aunque la efectividad de la vacuna no sea del todo absoluta. Acabar con los cadáveres de los animales contagiados, y los controles de las vacas locas cuestan cuantiosísimas sumas de dinero. A su vez la desconfianza y el miedo han hecho que las ventas de carne caigan en picado, lo que sitúa al mercado de carnes en una de sus peores crisis.
En un McDonald´s de Canadá se halló hace dos años una cabeza de rata en una hamburguesa. La madre de la niña que había encontrado la rata ha demandado a la filial canadiense de la cadena norteamericana. Ha pedido una indemnización de 11,2 millones de dólares, porque la experiencia causó en su hija "graves daños psicológicos", ya que la cabeza estaba "completa, con ojos, dientes, nariz y bigotes". Varias inspecciones en la zona han delatado un grave problema de sanidad que ha llevado al cierre de algunos establecimientos. Todo hace indicar que esos asuntos tienen que ver con la presencia de roedores.
Pésimo momento por el que pasan los ganaderos, y con ellos toda la cadena de distribución y venta de carnes. Sin embargo, los casos de contagio en seres humanos han sido muy pocos, y existe una probabilidad menor al 0,1 por ciento de contraer el mal de las vacas locas en España.
[28-3-2001]


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