Sociedad  La Semana que vivimos - Del 5 al 11 de octubre de 1998 - Número 79  

Mueren 20 jubilados franceses al hundirse un barco
turístico en el lago de Banyoles por exceso de peso


El excesivo sobrepeso de la embarcación provocó la tragedia

Patricia García Serrano.- Eran cerca de las 10.30 horas de la mañana cuando L´Oca - un pequeño barco de recorrido turístico - se adentraba con más pasajeros de los permitidos en las aguas del lago Banyoles (Girona). El conductor de la embarcación tardó poco, apenas 15 metros, en darse cuenta de que algo iba mal, ya que entraba agua por los respiradores de popa. Quiso volver virando en redondo rumbo a la orilla, pero era demasiado tarde. El barco comenzó a hundirse, apenas tardó dos minutos en inclinarse perpendicularmente y desaparecer por debajo de las aguas de la laguna.

Un grupo de estudiantes fue testigo de la tragedia porque se encontraba en las orillas del lago desayunando. "De repente vimos como el barco se hundía por la popa, arrastrando a los pasajeros hacia esa parte de la embarcación. Todos gritaban aterrorizados, unos se tiraron al agua pero otros se agolpaban contra los cristales gritando y pegando puñetazos a la ventanilla" relataba uno de los jóvenes presentes. Los jubilados, presos del terror, gritaban, chapoteaban y e intentaban alcanzar en el agua algún salvavidas. Pero según un testigo, en la embarcación sólo había 15 flotadores.
Desde el embarcadero se lanzaron salvavidas y barcas de remo para socorrer a los jubilados franceses, incluso algunos testigos del suceso se lanzaron al agua para auxiliar a las personas que se encontraban en el agua. Numerosas personas intentaron en la orilla reanimar a los supervivientes que habían alcanzado tierra.
Las consecuencias del trágico suceso fueron de 20 muertos y cerca de 44 heridos. De los fallecidos, 14 murieron en la cabina de L´Oca y seis en el hospital. El consejero de Gobernación de la Generalitat, Xavier Pomés, confirmó a los medios de comunicación que el número de pasajeros excedía en demasía lo permitido por la normativa que rige las licencias municipales, por lo que se piensa que ésta fue la causa del hundimiento. No obstante, el alcalde de Banyoles, Joan Solana, no descarta que se produjera un fallo técnico o de fabricación del barco.
[8-10-1998]


Dos mineros pierden la vida en el pozo San Nicolás de Hunosa

Patricia García Serrano.- El pozo San Nicolás de Hunosa revivió el pasado miércoles 7 una nueva tragedia cuando dos mineros perdieron la vida en un desprendimiento de carbón. El vigilante José Manuel Villabrille Rodil y el picador Antonio Alfonso Cuesta Migoya evaluaban las posibilidades de explotación en la capa 11 de la séptima planta cuando se produjo una fuerte explosión que propició la muerte de ambos.
El compañero de los fallecidos, Francisco Javier Fernández Sebastián, pudo salvar la vida ya que fue a buscar madera momentos antes de la tragedia. Francisco, de 41 años, casado y con dos hijos, reconoció claramente: "hoy he vuelto a nacer, aunque lamentablemente lo hice dejando a mi lado a dos de los compañeros más queridos", ya que éstos le habían acompañado desde su entrada en el pozo San Nicolás hace tres meses.
El vigilante fallecido vivía en Ujo (Mieres), estaba casado y tenía una hija de 14 años, mientras que el picador residía en Olloniego (Oviedo), tenía esposa, dos hijos y estaba a pocos meses de prejubilarse en marzo. Según relató el superviviente, todo ocurrió en pocos segundos: "poco antes del desprendimiento, descendí por la escalerilla y me desplacé dos metros a recoger madera para entablillar la zona. No oí nada porque el ruido de las máquinas lo impide y cuando regresé, comprobé que el carbón estaba desplazado en la zona que se encontraban mis compañeros, vi a la gente correr hacia la salida. Me dirigí hacia donde estaban para intentar auxiliarlos pero me encontré dos pedruscos. En ese momento me dio una bocanada de gas y perdí el conocimiento".
Cuando despertó se encontraba en la galería rodeado de miembros de la brigada de rescate, que fue avisada inmediatamente y pudo recuperar los cuerpos de los mineros tres horas después. Los que participaron en las labores de rescate explicaron que en la zona del accidente el carbón era muy fino y había mucho grisú.
Una vez que el equipo de rescate sacó los cuerpos sin vida de los dos mineros al exterior del pozo, muchísimos compañeros de los trabajadores permanecían en silencio por la tragedia, a excepción de la viuda de Migoya, quien presa de un ataque de nervios repetía constantemente: "Esto es muy gordo, esto es muy gordo...".
Esta no ha sido la única tragedia que se ha producido en este pozo. El 31 de agosto de 1995, 14 mineros perdieron su vida por una explosión de grisú - que aún es investigada - en este mismo yacimiento; y el pasado 6 de julio otro accidente mortal acabó con la vida de un picador.
[7/8-10-1998]


Aprobada la importación de la píldora abortiva RU 486

Javier Bragado.- El Congreso de los Diputados autorizó el pasado martes la introducción en España de la píldora abortiva RU486. Ya estaba prevista su utilización en nuestro país, pero los tramites de registro no acabarán posiblemente hasta marzo de 1999. Se consiguió su incorporación urgente como medicamento extranjero, a pesar del rechazo del Partido Popular a la moción de Izquierda Unida modificada por CiU.
La aprobación de la píldora RU486 data noviembre del año pasado en la comisión de Sanidad del Congreso. Su aplicación está ligada a los tres supuestos despenalizados para el aborto que contempla el Código Penal. Es una alternativa eficaz (95%) a la intervención quirúrgica, y debe aplicarse antes de los 49 días de embarazo. De esta manera las mujeres españolas no tendrán que acudir a los centros privados y se ahorrarán unas 25.000 pesetas en el proceso. Según las estimaciones de los expertos, si la píldora abortiva se comercializa urgentemente, se ahorrarán unas 12.000 intervenciones en el periodo de nueve meses.
Esta es una forma no traumática de intervención del embarazo que requiere supervisión médica durante los pasos del proceso. Primero se administra esta píldora y dos días después, se administra otro medicamento diferente que finaliza el procedimiento. La paciente debe volver periódicamente al centro hospitalario para una revisión de los posibles efectos secundarios. Las únicas mujeres que no pueden tomar la RU486 son las que están tratadas con inflamatorios, las que sufren un embarazo ectópico (en una posición anómala), las que padecen dolencias crónicas en las glándulas suprarrenales y las que tienen problemas de coagulación deficiente.


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Última actualización: Domingo, 11 de octubre de 1998